Bueno empezamos a contar un poco las vacaciones en Nueva York.
El viernes 22 llegamos con unas 6 horas de retraso como ya os conté, pero llegamos.
Ese día casi nada, llegar al hotel, dejar las maletas en la habitación e ir a dar una vuelta para empezar a alucinar y cenar un típico perrito en un puesto de calle en Time Square.
Os digo lo de alucinar porque aquello es súper grande, enorme, unos edificios inacabables, unos coches impresionantes ( mirar la foto, es un Chrysler 300C, flipar ) y mucha mucha gente. Esta es la primera sensación que da Nueva York.
Mañana otro día en la gran ciudad.