Este fue uno de los mejores días, ya que nos fuimos a Canadá a las cataratas del Niágara.
Tuvimos que madrugar mogollón ya que a las cinco y diez nos venían a buscar para llevarnos al aeropuerto para poner rumbo a Búfalo. El avión estuvo súper bien ya que era espacioso y cada asiento tenía su tele, además servían bebidas y comida ( patatitas y galletas ) gratis, haber si aprenden las compañías españolas.
Una vez allí media horita de autocar para llegar a la frontera de Canadá. Nada más pasarla ya estamos en las cataratas. Las cataratas son tres, la más grande pertenece a Canadá y las otras dos a EEUU.
La verdad que son una autentica pasada, para mí lo más bonito de todo el viaje. Merece la pena perder un día en Nueva York para ver esta maravilla del mundo.
Después de verlas nos fuimos a comer al hotel Sheraton que está justo enfrente de las cataratas, una vez que acabamos nos dirigimos a coger el barco que te da un paseo por ellas, y donde se pueden ver así.
Una vez acabo nos dirigimos para la zona americana, sacar más fotos, seguir alucinando con la belleza que tienen, y aquí se acaba la excursión, ahora nos vamos en dirección al aeropuerto de Rochester donde cogimos el avión en dirección a Nueva York.
Llegamos a Manhattan alrededor de las 10 de la noche, como todavía era temprano decidimos ir hasta el Empire State para ver las vistas de la ciudad de noche. Haber que os parecen.
Después una hamburguesa y a sobar que estamos agotados.
lunes, 8 de septiembre de 2008
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