domingo, 30 de septiembre de 2012
CENA EN DESI-POCHI.
El viernes fuimos a cenar al restaurante Desi-Pochi en Quintueles, y como podeis ver nos pusimos como pepotinos.
Las chicas se comieron una ñocla a la plancha y 2 raciones de escalopines al cabrales.
Mientras los chicos nos tiramos más por la carne, con dos impresionantes cachopos y una buena chuleta de cerdo, bueno Edu como es algo mariquita se comio una chopa a la espalda.
Toda la comida espectacular como siempre en este sitio, la única pega lo lejos que queda, ya que dependes de ir en coche, pero totalmente recomendable.
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6 comentarios:
Pues con la bazofia de comida que ponen no sé cómo no os habéis enfermado, amigos. Se ve que tenéis un estómago a prueba de bombas. Seguro que os han enchufado todas las sobras. ¿Siguen teniendo velas del Ikea y telarañas por los rincones? Y luego el camarero grueso de pantalones vaqueros, cuyo parecido con un profesional de la hostelería es pura coincidencia. Imaginaba que habrían echado el cierre a estas alturas del año... Poco les queda. Lo digo por la nefasta experiencia que tuvimos este verano mi familia y yo, tal como he contado en otros sitios, como en 11870, youtube, etc.
Siento estar totalmente en contra de tu comentario, ya que yo fui ya varias veces y siempre muy bien.
Si, ya los que somos clientes sabemos que eres el pesado de siempre que pone lo mismo en todos los sitios.Miguel Ángel Ruiz López, un muerto de hambre que vino a Asturias desde Madrid, acostumbrado a comer por 5€ y con el alma como la virgen del puño.No vuelva por Asturias y háganos un favor, siga comiendo en Madrid en esos sitios que le gustan tanto dónde con un billete de 10€ le sobra vuelta.
Ahí se ve la poca educación que tenéis, sinvergüenzas. Vuestro restaurante es una basura. Sois lo más mediocre y repugnante que he conocido en el sector de restauración. No admitís una crítica y encima engañando, como siempre, haciéndoos pasar por "clientes". ¡Venga ya! De lejos se ve que no sabéis ni escribir, no digamos ya cocinar. Precisamente porque estoy acostumbrado a comer muy bien y pagando por ello cuando lo merece, no tolero tascas mugrientas como la vuestra. Encima insultando al cliente. Ahí se ve lo que sois. ¡Qué asco! Espero que algún día Sanidad se pase a haceros una visita.
Miguelito, considero que sé escribir mucho mejor de lo que usted merece. No sé si por el restaurante pasó sanidad o no porque no trabajo en él eso pregúntelo allí. Seguramente usted sabe mucho de pescado fresco ya que pesca mucho por el mar de su comunidad, quién mejor que usted puede describir el sabor de un pescado de roca, igual lo pesca desde su ventana verdad MIGUEL ÁNGEL RUIZ LÓPEZ? Por muchos comentarios distintos que ponga cambiando el nombre, se ve a leguas que el que no sabe escribir y está acostumbrado a comer cocos es usted. Atentamente.
Mi experiencia este verano ha sido nefasta. No quiero que sigan timando a la gente, dando gato por liebre como a nosotros. Daré una opinión lo más objetiva posible de este sitio.
Pregunté en un Hotel en el que me hospedaba con mi familia y nos recomendaron este restaurante. Nos costó mucho encontrarlo porque no hay ninguna indicación en la carretera. Tienen una terraza en el interior, que parece una especie de cuadra reconvertida. De hecho no hay buen olor, las destartaladas mesas dejan mucho que desear (con velas del Ikea), el camarero iba vestido "tipo compadre" y les sirve de almacén de sidra y cacharros viejos con telarañas. A pesar de que el sitio tiraba para atrás, decidimos quedarnos por la hora que era. La sorpresa llegó cuando nos trajeron la cuenta y tuvimos que pagar 60 euros por un rey (pescado), una ensalada sencilla, una sidra y un postre. Yo le había preguntado al camarero en un principio si el precio del pescado era por persona. Me quedé con la idea de que costaría 22 euros el pescado. Sin embargo, al traer la cuenta cobraron el doble, pues resulta que cobraban por “ración”, así que por lo que se supone que eran dos raciones (ridículas, pues es el mismo pescado preparado a la espalda) tuve que pagar 44 euros, nada menos, por dos lomitos mal puestos, a pesar de que yo había preguntado claramente por el precio estipulado en la carta. Me sentí timado. Me quejé al camarero y me pidió disculpas, pero aún así me cobró el precio abusivo que he mencionado. Increíble pero cierto. La carta está llena de platos muy caros que contrastan con la sencillez del lugar. Los precios vienen escritos a lápiz, lo cual me parece muy poco serio por razones obvias. Pan precocido, pescado apelmazado. Se puede comer mucho mejor y por la mitad de precio en muchos otros lugares. Durante estos días he comido y cenado en unos 15 restaurantes por Asturias y Cantabria y en ninguno de ellos, salvo en este, he tenido un servicio tan pésimo. Además, en lugar de dar la razón al cliente, como ha hecho el Hotel, estos señores se han dedicado a insultarnos allí donde hemos contado la experiencia. Una gentuza.
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